miércoles, 30 de noviembre de 2011

Castillos de arena y puentes colgantes



Opté por elegir los castillos de arena. Aun sabiendo que sólo eran deseos plasmados en una frágil idea.  

Un material condenado a desmoronarse y formar parte de otra imagen, de otras manos.

Algo tan débil capaz de disiparse con una mínima gota de agua. Y ahora,  llueve a mares....


Huí, entre palabras y caminos, huí, dejando atrás los comentarios, las promesas, los sueños y deseos. Huí porque en un instante temí por desearte más de lo que pudieses ser.  

Por temer, señalar y decir "I want it", dejando de lado la coherencia y el sentido.

Apuntando a algo imaginario, algo que podría querer, pero que no lo necesitaba, no al menos la estructura que estaba creando. Sin pinceles ni pintura, la estaba dibujando, de la nada.

Di marcha atrás, elegí el camino seguro y dejé de lado el puente colgante, aquel sujeto con cuerdas roídas, con tablones desencajados, con miradas perdidas, sin distinguir el principio y el fin. Temí a la locura .

Porque me sentí débil, aferrándose a una idea esparcida por el aire, condenada a vagar si sentido, sin final. 
Tan sólo a sentir lo amargo, lo irracional.

Me alejé, necesitaba una bocanada de aire no infectado por deseos de placebo, necesitaba mi corazón frío, mi alma helada. Mojar mis pies en agua fría.


Necesitaba coger un puñado de tus palabras y soltarlo en mi bolsillo antes de salir, antes de empezar a caminar. 

Pero volví, volví a la coherencia, dejé de lado la fiebre del miedo.

 Me olvidé que el fin de desear no era consumir el deseo, sino sentirme vida al encender esa llama, esa búsqueda.

Un motivo por el que andar, aunque no fueses el destino de mis pasos. Aunque te encontrases el la dirección opuesta.

 Como muletas para piernas rotas, tan sólo necesitaba desear. 

¿Cómo olvidar...?

Sólo ser el motivo de una sonrisa. Lo demás... ¿Qué importa? 

Como brisa con nuevos aromas para despertar mi olfato.

 Tan sólo necesitaba una carcajada, una sonrisa al creer verte pasar.

Necesitaba ese puente colgante donde la niebla no dejaba ver su principio, necesitaba que mis pasos causasen crujidos en maderas viejas. Necesitaba correr hacia ningún sitio.

martes, 18 de octubre de 2011

Hojas

La joven cerraba la puerta, despacio, pero con la firmeza de que no volvería abrirla. Su cara no reflejaba nada. Su madre la volvía a mirar como todas las veces anteriores, sin comprenderla .

Ella seguía directa hasta su silla ,  el único contacto hacia lo exterior, su ventana. No se detuvo por la mirada de su madre y todo aquello que significaba... Como si no hubiese un antes, como si fuese la primera vez que lo hacía, como si estuviese sola.... como si no afectara a nada.

La madre reprimida con preguntas y motivada por la desesperación por comprenderla, se acercó.

Ella se mantenía en su silla, con ese triste fondo y concentrada en arrancar las hojas en blanco de su cuaderno,  como si todo aquello tuviese un sentido .


-¿Porqué las arrancas? ¿ Y si necesitas escribir en ellas?

La hija se detuvo, desvió su mirada hacia las ramas secas de los árboles, la hierba embarrada con la lluvia de ayer y una familia de hormigas ahogadas en el cúmulo de gotas que sobrevivieron  a las escasas salidas del sol. Volvió a retomar su actividad  y contestó...

-No quiero escribir nada en ellas...


-Será porque aún es pronto para saber lo que querrás hacer mañana...


-Sé lo que deseo hasta hoy, que se acaben las hojas.....

Volvió a dejar tiempo entre frase y frase, volvió a mirar a su hija, bella pero con el cabello descuidado. Con las uñas estropeadas por el trabajo y  y las manos agrietadas por el frío . Un estómago sin apetito y una cocina vacía. Se levantó para retirarse , soltándole el último comentario:

- Quizás cuando termines de arrancar la última página, querrás escribir algo - Le dijo con voz recta.


- Entonces habré dejado de querer escribir nada. Y el cuaderno me habrá servido para algo..



Petición de suicidio

Vente conmigo al paralelo inferior de la superficie, donde el día 1 es igual al día 29, donde no importa que vistas, ni que piensas.

Allí donde la carencia de la leche en la nevera no sea preocupante. 

Y donde los gritos, llantos y alegrías del resto de los humanos, no sean más que un ruido leve y constante

Tan solo será una nana para nuestro descanso.....

No habrán elfos, ni duendecillos ni trolls de las cavernas, sólo dormir.




miércoles, 22 de junio de 2011

Afilada



Llevo tiempo intentando afilar mi daga, pero años dejo pasar y sigue en el mismo cajón, en la misma funda y cubierta aún más de polvo.

Es tu sonrisa lo que me alienta e inspira mis pensamientos, mueve mis manos para que éstas busquen empuñar su arma. 

Desesperadas rebuscan entre los cajones, pero es mucho más que polvo lo que la cubre y aún así , con angustias, buscan liberarla de aquel polvo convertido en cemento. Desesperación y perseverancia, son mis garras.

Ya sean simple mis manos y triste el desgarre de mis uñas, no dejarán atrás la necesidad de armarte y de volver a equiparme para la lucha. 

Armada con mi cuchillo envejecido y rojizo por el paso de los años, unas botas gastadas y el aliento débil,  pretendo combatirte. Y aunque mi armadura sea patética y mis ojos no demuestren fuerza, eso todo lo que soy y todo lo que tengo. 



Es así como pretendo ir hacia la batalla. Aunque para tus ojos no sea más que otro guerrillero acercándose, sin que te cause temor o una escasa  preocupación. No subestimes.



No eres el único rival en la batalla, tan sólo uno más , pero a diferencia de todos, eres quien provoca mi desafío.

Cada golpe que doy, cada ruta conquistada, cada rama apartada y cada reto superado, no toman como destino llegar a ti,  si no saber hasta donde mis manos se alargan y mis pies dejan de temblar.



Así sabré a que adversarios puedo atajar, retener, ralentizar o simplemente sobrepasar. 

No eres mi meta, si no mi estímulo. Puede que respecto a mí, sólo seas importante por eso.

Quizás deberías preocuparte en que posición te encuentras en la batalla, las colinas, nunca son tan altas como crees. Lo más posible que estés sobre valorado...








martes, 12 de abril de 2011

Camino


Aquí me tienes, como aquel guerrero que mira su estandarte, para recordar la razón por la que está luchando. 
Arrimándose a su héroe, su caudillo, para armarse de valor y sumar liderazgo. 

Yo te miro en la distancia y aumenta mi coraje, mi fuerza y mi esperanza.... entre tantas armas en mis manos una simple daga.  Entonces mis ojos buscan defenderse de sus agresores... con esto? 30 cm para herir a muerte a mi enemigo... 

Aún así la mezcla de tus sonidos llegan a mis oídos y son aliciente suficiente para equiparme de valor.. ahora? mi turno. Comienza mi primer paso, y es decirte que solo tu imagen en un fondo oscuro es lo único y necesario para poder caminar, no necesito de ti nada más, solo recordarte para poder comenzar a caminar, no me importa que el resultado de mis pasos sea el no encontrarte, es mejor seguir manteniéndote a lo lejos.

Me verás caer, me verás parar, dudar al seguir mis pasos.. me verás retroceder , me verás huir, pero también me verás correr hacia adelante, alborotando la tierra, fatigada y con sed. 
Pero aunque esté atrancada entre mis propias limitaciones, nunca me verás soltar la daga , siempre con la mirada en la lejanía. 


sábado, 12 de marzo de 2011

Palabras mudas


Así dejas morirme

En cuanto a mí...
Intuyes conocerme...

Comienzas a dibujarme  un borrador
  como concepto por el que me tienes,
con trazos y lienzo equivocados,
dejándote llevar por tu terquedad..

Crees poder desnudarme con tus ojos,
y hallar en mí una esencia mediocre,
unas tablas mal sostenidas.
  Y así comienzas a vestirme, con fragmentos de tejidos ajenos
dándole a mi nombre una ilustración errónea.
Tras tu crítica, comienzas a derramarme en aguas vagabundas
deslizándome junto a tus pensamientos inútiles,
donde abandonas todo aquello estéril para ti

Me percato de como las marcas de mis yemas comienzan a borrarse
Y mi existencia inicia un parpadeo constante
  cada vez mas débil  ...
Y sin apenas fuerzas para persistir,
sucumbo a tu indiferencia...
y es así como me dejas morir ante ti.


29-10-2010

Introducción

Estaba alargando el momento de escribir, aunque lo necesitase. Así que aunque sea un poco forzado lo haré.

Como primera entrada, os hablaré un poco de mí.

Quién soy? es díficil contestar, un amigo dijo una vez " las personas tenemos tres personalidades. La primera es la que mostramos a los demás, la segunda la que los demás ven de nosotros mediante nuestros actos, la tercera es la que realmente somos".

Bien, estoy de acuerdo en esa suma de personalidades, pero también defiendo la idea de que somos "cambiantes", vamos desarrollando nuestra personalidad y modificandola según vamos viviendo. Pero que no solo depende de un desarrollo, si no que también depende del momento, actuaremos según nos encontremos , de lo que nos haya pasado minutos anteriores, o en qué lugar de nuestra mente se encuentren nuestros pensamientos. Por norma general seremos de una forma, pero siempre habrá una parte que será inesperada e incontrolable. No somos guiones escritos, somos resultados de una casualidad, de un cruce de pensamientos, somos variables , aunque partamos de un patrón.

Si tuviese que describirme con adjetivos... a parte de ser una borde (y muchos aún no conocieron esta parte de mí) soy indecisa , soy desesperadamente inestable, soy cobarde y mi pecado capital , la pereza por excelencia. Soy fantasiosa, vivo en los sueños creados por una canción. Y tengo pánico a errar. Me aburro de las cosas con rapidez, supongo que se debe a mi falta de atención con todo. Despistada a más no poder, vivo en dos mundos paralelos, donde me ausento de uno para estar en el otro. Vivo constantemente en los recuerdos y eso me impide crear unos nuevos, pura nostalgia.  

Adoro la música, adoro escuchar y sentir. Me encanta bailar (y esto no indica que lo haga bien) . Me gusta una buena imagen con un buen sonido, ambos siempre de la mano. Pienso que todo momento tiene su canción, no debe de ser un tema perfecto, con una crítica de 9,95 sobre 10. Cada canción tiene su lugar, tiene su "destino" , puedes encontrarlo o no, pero no por ello debe dejarse de valorar. No busco la perfección en la música. Sólo sentimientos que se escuchan y que despiertan. Admiro aquel que pueda dominar mis sentimientos por tres notas y un grito.

Me encanta reírme con cosas sin sentido, sentirme viva ya sea con dolor o con felicidad. Es como una necesidad, sentir constantemente y cuando no lo hago estoy vacía.

No sé que más contar... aquí dejo una foto de la mujer del espejo. Ya iré escupiendo más pensamientos ...